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Saturday, April 17, 2010

Fragmento de “Aquende”, de Juan Filloy

Patagonia argentina. Imagen de http://www.kewlwallpapers.com/images/
Juan Filloy (1 de Agosto 1894, Córdoba – 15 de Julio, 2000) fue un escritor argentino casi olvidado por la crítica. Si bien no es desconocido, ya se habla de él como un mito. Filloy era juez en Córdoba, también fue nadador y referee de boxeo. De joven fue también dibujante caricaturista, además de uno de los fundadores del popular Club Talleres de Córdoba (aunque jamás jugó al fútbol), el Golf Club de Río Cuarto, y el Museo de Bellas Artes de Río Cuarto.

De personalidad asombrosa, tenía por costumbre utilizar siempre siete letras en todos sus títulos, en los cuales, al menos uno de ellos se corresponde con cada letra del abecedario, de la A a la Z, como "Caterva", "¡Estafen!", "Aquende", "La Purga", "Metopas", "Periplo", "Sexamor", "Tal Cual" y "Zodíaco". Aficionado a la palindromia (palabras o frases que pueden ser leídas en ambas direcciones), creó 6000 palindromes. Filloy fue amigo de Julio Cortázar y Jorge Luis Borges, en quienes se ha inspirado. Recibió muchos premios durante su vida, incluyendo una nominación al premio Nobel.

Juan Filloy. Imagen de Wikipedia.org

HURRAH a los conquistadores de la Patagonia, empresarios del albur, cuya audacia encaró rectamente a la multitud de obstáculos que brotaba de la tierra, como una siniestra maraña de presagios!

¡Hurrah por el candor y fervor
de su suerte y su muerte!
¡Hurrah a los naturalistas que exploraron la maravilla demoníaca de la estepa, buscando incógnitas bajo la escarcha, bajo la escarcha que rompían con fruición como un cristal de escaparate!
¡Hurrah por el candor y fervor
de su suerte y su muerte!
¡Hurrah a los pioneers que abrieron la cerradura de misterio de la Patagonia y afrontaron con la familia al lado y la recua a la rastra las potencias malignas del viento y la nieve!
¡Hurrah por el candor y fervor
de su suerte y su muerte!
¡Hurrah a los misioneros, afanados en cultivar la fina planta de Dios entre yaganes y anacalufes, ranqueles y picunches, puelches y tehuelches: piedras de un suelo sin substancia mística y de un cielo sin humus de plegarias!
¡Hurrah por el candor y fervor
de su suerte y su muerte!
¡Hurrah a los colonos, tenaces en el ahínco de hacer sonreír la severidad telúrica de la Patagonia, transformando ovejas magras y espigas magras en florones suntuosos de plata y oro!
¡Hurrah por el candor y fervor
de su suerte y su muerte!
¡Hurrah a los traficantes, espejos del diablo, que llevaron al confín las baratijas de la civilización y trajeron, en la caricia del quillango, el toldo de la tribu y el abrigo del indio!
¡Hurrah por el candor y fervor
de su suerte y su muerte!
¡Hurrah a los corsarios que se guarecieron en la Patagonia, corridos por las hordas del temporal, y fundaron las ciudades de hoy, en el abrigo de bahías secretas, sobre la paz de los instintos!
¡Hurrah por el candor y fervor
de su suerte y su muerte!

http://www.literatura.org/Filloy/index.html

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